ITOS IMPORTANTES DE LA HISTORIA: Troya/Ilión.

Domingos Misceláneos con el Profesor Xavier

¿Existió realmente Troya, la antigua ciudad conocida como Ilión? Fuentes diversas aseguran que existió una ciudad de tales características en el estrecho de los Dardanelos, un lugar de suma importancia estratégica, fuente de no pocos conflictos. 

La guerra de Troya, de existir, fue un suceso acontecido en los albores de la civilización occidental, allá por el siglo XII a.d.C., muchos siglos antes de lo que sería su primera y más importante descripción, el poema épico "Ilíada" (atribuido a Homero, por lo que nos resulta difícil saber a ciencia cierta donde acaba el mito y comienza la realidad. 
Homero cita a Troya como la del ancho camino. H. D. F. Kitto ("Los Griegos", Eudeba, 1982) dice que "Troya VI tenía una calle ancha en torno a la ciudad, en el interior de las murallas. Estas murallas fueron edificadas por dos dioses y un mortal, y el sector construido por este último era más débil y resultó vulnerable: las murallas de Troya VI eran más débiles en un punto (donde el acceso era más difícil), y esto coincide con la descripción homérica."

Lo más probable es que los griegos atacasen en diversas oleadas, tal y como lo hicieron los Pueblos del Mar. Finalmente se produciría un asalto final, con un gran ejército griego liderado por el "basileus" que comandaría a sus soldados, como Aquiles y sus mirmidones, Odiseo..
En ese asalto se produciría el hecho del "caballo de Troya" que no sería más que un ariete con grandes viagas cuyos hombres en el interior le manejarían, al estilo asirio.

Es un tema que jamás envejece, y más ahora que el Museo de Pennsylvania ha devuelto a Turquía veinticuatro piezas de oro expoliadas en Ilión por Heinrich Schliemann, el descubrió lo que es considerado emplazamiento de la antigua Ilión, cerca de la ciudad turca de Çanakkale, en el estrecho de los Dardanelos. 
[...] Heinrich Schliemann no tenía una formación científica. Hasta los cuarenta y cuatro años hizo fortuna como comerciante para posteriormente pasar a dedicarse a su pasión: demostrar que el relato homérico era cierto.

Su primer objetivo fue encontrar la ciudad de Troya que cantaba la Iliada. Hasta octubre de 1871 no empezaron las primeras excavaciones en el monte Hissalik (Turquía), cerca de la costa. En los años siguientes descubrió lo que parecían tres ciudades superpuestas de cronología romana y helenística. En su afán por ir más rápido y obtener vestigios de época homérica provocó varios destrozos con sus trabajos ahondando hasta niveles de la Edad del Bronce. En esta búsqueda alcanzó en 1873 un gran hallazgo: una vasija de cobre que contenía una colección de joyas sin par, que inmediatamente la bautizó como "el Tesoro de Príamo". Su mujer, la joven griega Sophia, que participaba con él en la excavación se fotografíó con los adornos de oro y plata en una célebre imagen, que ponemos a continuación. Desgraciadamente las joyas se perdieron después de la Segunda Guerra Mundial. Este descubrimiento como reconocería décadas después no correspondía a los habitantes de la narración épica sino a los habitantes de esa misma ciudad pero de casi mil años antes (2.200 a. C.). El traslado de las joyas a Grecia sin permiso del Imperio turco le creó un grave conflicto con el país, lo que le imposibilitó seguir excavando en la zona durante algunos años. 
Posteriormente descubriría Micenas, pero eso es otra historia.

Actualmente, en Çanakkale, se encuentran dos caballos de madera, utilizados en sendas películas sobre Troya. 

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