Tifón



Miércoles Imaginarios con el Profesor Xavier

Relata la mitología griega que Gea, diosa de la Tierra, yació con Tártaro, dios del Inframundo,  y poco tiempo después, en la Cueva Coriciana de Cilicia, dio a luz a su último hijo, Tifón, el monstruo más grande que jamás haya existido.
Desde los muslos para abajo no era más que serpientes enroscadas, y sus brazos, cuando los extendía, llegaban a centenares de leguas de distancia en cada dirección, y en vez de manos tenía innumerables cabezas de serpientes. Su cabeza de asno bestial tocaba las estrellas, sus enormes alas oscurecían el sol, arrojaba fuego por los ojos y de su boca salían rocas inflamadas.
Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su mirada, así como vomitar fuego y lava  de su boca, y crear huracanes moviendo sus alas... Vemos con claridad porqué seguimos llamando Tifón a ese fenómeno meteorológico. 

Tifón ambicionaba el dominio del mundo y atacó el Olimpo. Cuando los dioses lo vieron, huyeron despavoridos a Egipto, donde se ocultaron bajo la forma de diversos animales. Solo Atenea y Zeus hicieron frente al engendro. En el monte Casio se entabló una feroz contienda entre Zeus y Tifón. Aunque al principio parecía que Zeus llevaba ventaja, finalmente Tifón consiguió arrancar al señor del Olimpo la hoz con la que le atacaba y armado con ella, cercenó los tendones de su oponente, haciéndole perder toda su fuerza. Después Tifón metió los tendones dentro de una piel de oso y llevó el paquete a Cilicia.
El paquete fue guardado en un lugar llamado Gruta Coricia, bajo la custodia de la dragona Delfine.
Hermes y Pan rescataron los tendones y se los devolvieron a Zeus, consiguiendo de esta forma que el dios recuperase su fuerza. Montado en un carro con caballos alados, Zeus emprendió la búsqueda de Tifón. Una vez localizado se reanudó la lid. Durante este enfrentamiento, Tifón se dirigió al monte Nisa, donde las Moiras le habían informado que existían unos frutos mágicos que le proporcionarían fuerza. Zeus salió tras él y la batalla continuó hasta que Zeus lanzó contra Tifón el monte Etna.

Así nos lo cuenta Hesiodo:  "... Asimismo dejó allí los tendones ocultos en la piel de un oso y puso como guardián a la dragona Delfine, medio animal, medio mujer. Pero Hermes y Egipán sin ser vistos robaron los tendones y se los aplicaron a Zeus. Éste recobró su fuerza, e inmediatamente, transportado desde el cielo en un carro de caballos alados, persiguió con sus rayos a Tifón hasta el monte llamado Nisa, donde las Moiras engañaron al fugitivo, que, persuadido de que así se fortalecería, comió los frutos efímeros. De nuevo acosado llegó a Tracia y combatiendo cerca del Hemo arrojó montes enteros, que al rebotar sobre él a causa del rayo le hicieron derramar abundante sangre en la montaña: por ello dicen que la montaña se llama Hemo. Cuando intentaba huir a través del mar Sículo, Zeus le echó encima el monte Etna, en Sicilia, que es enorme; se cree que aún hoy exhala fuego a causa de los rayos entonces arrojados. Pero de esto nada más os diré."

Es probable que el culto a Tifón sea un derivado del Teshub  hitita que habitaron en Cilicia desde tiempos inmemorialesLos textos hititas llaman a su principal deidad Teshub, quesignificaba “Tormenta Ventosa” y además era su dios de las tormentas. Las batallas deTeshub tenían lugar en los cielos y en los mares; en una de esas batallas, Teshub recibía el respaldo de setenta dioses con sus carros. No hay mucha diferencia entre el Tifón de los mitos griegos (que provoca tormentas y fuertes vientos) y Teshub (Dios de las tormentas de los hititas). Tifón tenía 100 serpientes, Teshub 70 dioses con sus carros.

Una visión actualizada de Tifón la podemos encontrar en algunas de las páginas del comic protagonizado por e Hércules Marveliano. 

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