Jueves Alucinados con el Profesor Xavier
Recientes teorías sobre neuroquímica establecen que el motor del amor no se encuentra en el corazón, pese a su continua presencia en estampas y mensajes de enamorados, sino en el cerebro, que su combustible está en el hipotálamo y que el amor es una actividad muy compleja realizada por este motor.
La feniletilamina es una molécula sumamente curiosa, perteneciente al grupo de las anfetaminas, una molécula muy radical que modula los neurotransmisores del cerebro, de hay su explicación con la focalización de ideas en deprimiento de otros pensamientos que se tornan secundarios.
Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado.
Varias feniletilaminas sustituidas son drogas farmacológicamente activas debido a su similitud con las monoaminas que actúan como neurotransmisores... esto nos lleva a la conclusión que el sentirse enamorado puede llegar a ser un estado voluntario en un futuro... que espero no llegar a conocer.
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