El conocimiento actual que tenemos de la antiguedad es fruto de la labor investigadora de arqueólogos, historiadores y técnicos de museos. Gracias a estos profesionales, descubrimos en múltiples exposiciones piezas artísticas, elementos y accesorios de la vida cotidiana, ayudándonos así a descubrir nuestro pasado y a comprendernos un poco más.
Pero no siempre acceder a estos conocimiento estuvo al alcance de todos, por eso hay que aprovechar las posibilidades que tenemos en la actualidad de acceder a esta importante fuente de conocimiento, ya sea de manera real (para los aún pudientes) o virtual.
Un viaje siempre recomendado es Nápoles, más concretamente al Museo Arqueológico Nacional, y dentro de éste a su Gabinete Secreto, una sala que conserva una importante colección de frescos, estatuas, etc. de marcado carácter sexual, en esa delicada linea que separa actualmente erotismo de pornografía, pero que seguro los antiguos habitantes del imperio Romano no marcaban tan claramente.
Este Gabinette Segreto fue creado en 1817 como Gabinete de Objetos obscenos, con el fin de conservar una multiplicidad de piezas artísticas a las que sólo se podía acceder mediante una autorización especial, siempre que el solicitante fuera una «persona de edad madura y de moral reconocida». Hoy en día no hay ningún tipo de censura, aunque los menores de 14 años sólo pueden entrar si van acompañados de sus padres o profesores.
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